Minimizan y retrasan los efectos adversos relacionados con el estrés biótico que causan los patógenos.
Aumenta el vigor y fortalecimiento de la planta, lo que permite obtener un mayor rendimiento de cultivo y calidad de la cosecha.
Su uso permite reducir el uso de productos fitosanitarios químicos, lo que facilita una mejor comercialización de la producción libre de residuos y, consecuentemente, una mayor rentabilidad.
No crean resistencias en los patógenos.
Son sustancias naturales, no tóxicas, no dejan residuos, son totalmente biodegradables y no afectan a la fauna auxiliar.